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Mediación: La autonomía ante el conflicto

¿Actuamos con autonomía para resolver nuestros conflictos o recurrimos a un tercero para que decida por nosotros?

Cuando dos personas tienen un conflicto, una diferencia o un desencuentro, cualquiera sea el vínculo que los relacione, las opciones que tienen para solucionarlo van desde el simple diálogo, que según el caso puede ser parte de una negociación, o recurrir al Estado para que el problema lo solucione un tercero, en este caso un juez.

Por lo general ante una situación de conflicto con otra persona lo más común es que actuemos desde el preconcepto y así prescindimos del diálogo para solucionar el problema. Lo que hacemos es elaborar nuestra propia idea y valoración del conflicto y cuando intentamos dialogar, en vez de comprensión y escucha, generamos que la otra persona reaccione y se ponga a la defensiva, y en definitiva solo conseguimos agravar el conflicto.

Ante esta situación en la que el diálogo no se encara de la mejor forma, o simplemente no se lo considera como un instrumento válido, no nos queda otra opción que recurrir al Estado para que, a través de la justicia, solucione nuestro problema.

La Mediación es un instrumento alternativo de resolución de conflictos que estaría entre la opción del diálogo negociado y la de supeditarnos a la decisión de un juez. Presentada en estos términos la Mediación se constituye en un tipo de negociación asistida, en la cual el principal instrumento vuelve a ser el diálogo, que en este caso se produce de forma indirecta a través del Mediador. De esta manera se hace posible la escucha, se generan oportunidades de comprensión y de empatía que poco a poco van generando el necesario acercamiento entre las personas. Este acercamiento resulta indispensable para que juntas lleguen a un acuerdo que solucione sus diferencias y ambas se vean beneficiadas de forma equitativa.

El Mediador dispone de instrumentos y habilidades que utiliza en ese diálogo indirecto que mantiene con cada una de las personas. Esto permite el surgimiento de toda aquella información inherente al conflicto que muchas veces es obviada, pero que resulta determinante de la situación conflictiva. Esta información les permite ver la totalidad del problema, generan una idea más completa de la situación al compartir cómo les afecta el conflicto. De esta forma logran desprenderse de sus preconceptos y se acercan más a la verdadera realidad que determina el problema. En este contexto las personas identifican más fácilmente sus verdaderas necesidades e intereses, lo que les permite llegar a un acuerdo que tendrá como uno de sus principales objetivos minimizar los efectos negativos del conflicto.

Una de las particularidades de la Mediación es su carácter netamente voluntario. Esto determina que las personas en conflicto tengan la oportunidad de participar de forma autónoma de la solución de su problema. A su vez una de sus herramientas es la posibilidad de separar a las personas del problema, lo que permite acercarlas entre sí al tomar distancia de la situación conflictiva.

La Mediación, como instrumento de crecimiento que nos determina el vínculo social, tiene varias formas de ser utilizada. Las diferentes posibilidades van desde la Educación en Resolución de Conflictos, concebida en el ámbito de la Escuela, a la asesoría en resolución de conflictos. La Mediación en sí misma la encontramos aplicada en el ámbito de la salud, de la familia, la organización, la Mediación Penal, la Mediación internacional, entre otras.

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